No es raro que el uso de contratos se haya incrementado para la mayoría de las actividades cotidianas. Antes era mas común que las personas realizaran acuerdos y negocios "de palabra". Esto nos lleva a preguntarnos si realmente es necesario firmar contratos para realizar ciertas actividades. No obstante, los contratos son herramientas jurídicas de gran utilidad cuando se firman de forma consciente e informada, para la protección de nuestros derechos e intereses. En este artículo hablaremos en qué casos es recomendable firmar un contrato.
¿Necesitas asesoría legal? En MisAbogados.com.co podemos ayudarte, déjanos tus datos en nuestro formulario de contacto y te conectaremos con un abogado especialista que pueda asesorar tu caso.
También podría interesarte: Contrato de trabajo vs contrato de prestación de servicios
Los contratos son manifestaciones de voluntad, por medio de las cuáles una persona o varias se obligan a dar, hacer o no hacer algo en favor de otra(s) en un plazo determinado y bajo ciertas condiciones.
El efecto jurídico de un contrato, siempre que cuente con los requisitos de existencia y validez que determina la norma para cada caso, se convierte en ley para las partes, es decir, que los participantes quedan obligados a cumplir todo lo que pactaron.
Los contratos sirven para concretar negocios y dar seguridad jurídica a los participantes, de modo que queden establecidos claramente las formas, los plazos y condiciones para el cumplimiento de las obligaciones y en caso contrario, el interesado pueda reclamar efectivamente ante la justicia, la protección de sus derechos.
En este sentido, entre más formalidad se le dé a un contrato, mayor será el grado de protección ante la ley. Por ejemplo, que el contrato quede por escrito, que las firmas queden autenticadas ante notario, incluso para ciertos contratos la norma exige una solemnidad adicional, como lo es el otorgamiento de una escritura pública y hasta un registro público.
En Colombia, la ley no exige la firma de un contrato para cada transacción o acuerdo. Sin embargo, se recomienda formalizar por escrito aquellos acuerdos que impliquen:
Obligaciones de alto valor: Cuando se trata de transacciones que involucran sumas de dinero importantes, como la promesa de compraventa de un inmueble, un préstamo de dinero o la prestación de un servicio costoso, la formalización de un contrato brinda mayor seguridad jurídica a ambas partes.
Obligaciones a largo plazo: Si el acuerdo involucra un plazo extenso para su cumplimiento, como el arrendamiento de un inmueble o la contratación de un empleado o de personal del servicio doméstico por un período determinado, plasmarlo en un contrato permite establecer claramente las responsabilidades y compromisos de cada parte durante el tiempo acordado.
Obligaciones complejas: Cuando el acuerdo implica diversas condiciones, excepciones o cláusulas especiales, la formalización por escrito a través de un contrato ayuda a evitar confusiones, malentendidos y posibles disputas legales en el futuro. Algunos ejemplos son: la adquisición de un producto financiero o de un paquete de servicios turísticos, compra de mercancías al por mayor.
Antes de firmar cualquier contrato, es fundamental leerlo detenidamente y comprender todas sus cláusulas. Presta especial atención a los siguientes aspectos:
La firma de un contrato no es una obligación legal en todos los casos, pero es una herramienta fundamental para proteger los derechos y obligaciones de las partes involucradas en una transacción o acuerdo. Antes de firmar cualquier contrato, es esencial leerlo detenidamente, comprender todas sus cláusulas y consultar con un abogado en caso de dudas o inquietudes.
Recuerda que el presente artículo contiene temas de carácter general y no constituye asesoría legal. Si requieres mayor orientación para resolver una situación jurídica en materia de contratos y necesitas un abogado experto en el asunto, aquí podemos conectarte con profesionales del derecho confiables, con gran experiencia y bajo tarifas justas. Contáctanos a través de nuestro formulario virtual.