Muchas personas creen que para acudir a instancias judiciales siempre se necesita un abogado. Sin embargo, la ley colombiana permite, en algunos casos, que las personas se representen a sí mismas en este tipo de procesos. Esto dependerá en gran parte del área de litigio y de la cuantía del proceso. No obstante, contar con un abogado siempre será una buena recomendación para abarcar todos los aspectos técnicos del litigio, así como para mejorar la defensa de nuestros intereses.
¿Necesitas asesoría legal? En MisAbogados.com.co podemos ayudarte, déjanos tus datos en nuestro formulario de contacto y te conectaremos con un abogado especialista que pueda asesorar tu caso.
También te puede interesar: Tipos de servicios legales, Diferencias entre proceso declarativo y ejecutivo, Características de la acción de tutela
¿Cuándo puedo representarme a mí mismo?
Existen ciertas situaciones en las que puedes adelantar un proceso legal sin la ayuda de un abogado, esto se conoce como "litigar en causa propia" y en Colombia está permitido en los siguientes casos de acuerdo con el Decreto 196 de 1971:
- Procesos de mínima cuantía: Son aquellos cuyas pretensiones patrimoniales no excedan los 40 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
- Acciones públicas: Son aquellos mecanismos judiciales que buscan la protección y defensa de los derechos humanos, como por ejemplo: el derecho de petición, la acción de tutela, la acción popular o de grupo, la acción de inconstitucionalidad, el habeas corpus, entre otros.
- Diligencias administrativos: Como conciliaciones extrajudiciales.
- Procesos laborales de única instancia: Son aquellos cuyas pretensiones económicas no exceden los 20 SMMLV y que se resuelven en una sola oportunidad, es decir, una vez emitido el fallo judicial, no se puede apelar o presentar más recursos.
- Los actos de oposición en diligencias judiciales o administrativas: tales como secuestros, entrega y seguridad de bienes y posesión de minas.
¿Qué debo tener en cuenta?
Aunque es posible representarse a sí mismo, es importante tener en cuenta que:
- Conocimiento legal: El proceso judicial tiene sus propias reglas, formas, términos y procedimientos. Conocerlos te dará una ventaja.
- Complejidad del caso: Si tu caso es muy complejo, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado con experiencia en el asunto del litigio.
- Tiempo: Los procesos judiciales pueden ser largos y demandan tiempo, dedicación y sobre todo, estar atento a cada oportunidad judicial con el fin de no dejar vencer ningún término.
¿Cuáles son los riesgos de representarme a mí mismo?
- No conocer las normas: Desconocer las leyes y los procedimientos puede llevar a cometer errores que perjudiquen tus intereses.
- Dificultad para presentar las pruebas: No saber cómo presentar las pruebas de manera efectiva puede invalidarlas, debilitando el caso.
- Dificultad para la comunicación oral: Los procesos judiciales requieren tener una capacidad de comunicación oral importante con el fin de presentar los argumentos de la mejor manera posible.
Representarse a sí mismo en un proceso judicial puede ser una opción viable en algunos casos, pero es importante evaluar las ventajas y los riesgos. Si tienes dudas, lo mejor es consultar con un abogado.
Recuerda que el presente artículo contiene temas de carácter general y no constituye asesoría legal. Si requieres mayor orientación para resolver una situación jurídica de tipo procesal y necesitas un abogado experto en el asunto, aquí podemos conectarte con profesionales del derecho confiables, con gran experiencia y bajo tarifas justas. Contáctanos a través de nuestro formulario virtual.